martes, 27 de mayo de 2008

Quedó resonando el silencio



Según la Real Academia Española, el micrófono es un “aparato que transforma las ondas sonoras en corrientes eléctricas para su amplificación”. Tres micrófonos había sobre un escritorio en el escenario de la sala María Esther de Miguel el Lunes 28 de Abril a las 18, cuando se llevó a cabo en la 34º Feria del Libro la charla sobre La palabra digital, textos nacidos en Internet, blogs, foros, blognovelas y nuevas tendencias literarias; a cargo del escritor Marcelo Guerrieri, del periodista Guillermo Piro, de uno de los titulares de una cátedra de Semiótica de la Universidad de Buenos Aires, el semiólogo Oscar Steimberg y del periodista especializado en tecnologías Leandro Zanoni, con la coordinación de la periodista de La Nación Susana Reinoso.
Este año, la feria se inauguró el 24 de abril con un acto realizado en la sala José Hernández del predio de la Rural, cuya inauguración estuvo a cargo del escritor Ricardo Piglia que hizo alusión al lema de este año, “El espacio del lector”. Espacio que se refiere a lugares a veces íntimos, a veces públicos, imaginarios o reales donde se produce la relación entre los lectores y los libros, entre los lectores y los propios autores, entre los lectores y el discurso en vivo de los propios escritores.
Haciendo alusión a la charla del 28 de Abril, donde no más de 40 personas anhelaban apresurar las agujas del reloj intentando encontrarle algún sentido a los diferentes discursos autorizados sobre el tema, la información que abordaron los especialistas no tuvo “su” espacio en el lector ni en la audiencia. Teniendo en cuenta que se está transitando por la era de las comunicaciones, donde todo se reduce a Internet, a las nuevas tecnologías, “la palabra digital” no colaboró al debate que hubiera merecido un tema de tal calibre, los expositores terminaron uniéndose al enemigo sin poder vencerlo, sin poder ni siquiera describirlo.
Lo que sí se podría describir sería la explícita oposición entre las opiniones de los especialistas cuando se referían a la temática de la blognovela: “es un código ampliado de la ficción tradicional”; “no me atrae el soporte Internet aplicado en la literatura"; “blog como plataforma técnica”; “quiebre de uniformidad de lenguaje”, pero sólo fueron ondas sonoras amplificadas que se perdieron en el éter de la sala María Esther de Miguel.
Los tópicos, que supuestamente iban a ser desarrollados por los expositores, eran “tirados” en la mesa de diálogo por la periodista Susana Reinoso y luego manoseados individualmente por cada uno de los especialistas sin más explicaciones que su personal punto de vista y su experiencia particular. Si retomásemos el nombre de la charla: “La palabra digital, textos nacidos en Internet, blogs, foros, blognovelas y nuevas tendencias literarias”, nada de esto fue analizado; sólo el blog se llevó todo el protagonismo y hasta cierto límite.
-“Dijeron algo que ya se leyó, que ya se escuchó y escribió hasta el cansancio”- testimonió Liliana Herrero de 50 años docente de nivel medio; -“Mucha diversidad de opiniones pero me faltó el debate”- resongaba Dolores Mendez estudiante de Comunicación Social.
Los micrófonos transformaron las ondas sonoras y las amplificaron. Pero en el aire quedó resonando el silencio de la carencia de información, de la necesidad de explicaciones y descripciones de los efectos de Internet en la sociedad que corre y se transforma cibernéticamente sin pedirle permiso a la literatura clásica que desde los estantes de las librerías sólo se llena de polvo mientras la tecnología crece de la mano de aquellos que en un momento escribieron un libro.
–“Cada un segundo a nivel mundial se abre un blog y en la Argentina el año pasado se abrieron 300.000, todos ustedes pueden ser autores de su propio blog”- señaló como cierre la representante de La Nación.

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