lunes, 22 de junio de 2009

Proximamente...

...las cosas en la vida van cambiando de rumbo...
...buscan direcciones que tomar...
...exploran caminos por recorrer...
...las palabras son mis mejores amigas...
...pero transmitir con imágenes,
hace volar aún más la imaginación...
...en breve, los suspiros de palabras caminarán junto a las imágenes...
...fotos que ayuden ir más lejos que las palabras...

lunes, 15 de septiembre de 2008

Quitar la venda de los ojos y de la mente, enseña a ver, a pensar y mejorar la vida.
Entender la vida en mayúsculas
La mayor parte de la población del planeta sabe leer y escribir. Aunque uno de cada cinco adultos en el mundo, alrededor de 774 millones de personas, carece de estas habilidades básicas. Hay 35 países en el mundo, 19 de ellos en África, donde el analfabetismo alcanza niveles del 50% de la población. En la Argentina, el 3,6% de las personas mayores de 15 años nunca recibió educación alguna.

Según la Real Academia Española el “analfabetismo” se define como “la falta de instrucción elemental en un país, referida especialmente al número de sus ciudadanos que no saben leer”. Ahora bien, si se busca el significado de “ciudadano” se encontrará: “habitante de las ciudades o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país”.
Un “ciudadano”, puede y debe ejercitar sus deberes y derechos en tanto y en cuanto tenga conocimiento de los mismos; deberes y derechos que puede encontrar en la Constitución de su país con sólo leerlos y comprender el significado de los mismos para ponerlos en práctica. Pero hay que tener en cuenta las características de un analfabeto, y determinar hasta qué punto puede calificárselo como un ciudadano de puño y letras.
El Director del Instituto de Educación de la Unesco, Adame Ouane, afirmó en la Conferencia Regional para América Latina y el Caribe sobre Alfabetización, que el analfabetismo en esas zonas es ya un problema residual. La meta de la Unesco es que entre 2003 y 2012 se haya reducido en el mundo el analfabetismo en un 50%, pero queda "un largo camino por recorrer", aseguró Ouane.
En el marco de la Década de la Alfabetización declarada por las Naciones Unidas, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología puso en marcha el Programa Nacional “ENCUENTRO” de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos. “Tenemos al chico que quiere terminar séptimo grado para tener el título y también tenemos a la viejita quechua que quiere aprender a leer y escribir”, explicó Laura Angelilli, de 27 años, docente de grado que trabaja en la Villa 20 de Lugano como alfabetizadora del programa nacional. El plan está dirigido a todas aquellas personas, jóvenes y adultas analfabetas, mayores de 15 años, incluyendo a la población de los servicios penitenciarios. “La particularidad de este programa es que se fundó en el año 1983, con un panorama muy distinto al de hoy, iba a durar uno o dos años, como emergencia, pero después siguió, y el tema es que quienes trabajamos ahí debemos renovar nuestro contrato todos los años, porque sino el programa no tiene su razón de ser. Si es algo instituido y fijo quiere decir que el analfabetismo también, y esa no es la idea de un programa así”, añadió Laura del programa del ministerio.
En el país, sobre un total de 26.012.436 personas mayores de 15 años, el 3,6 % no recibió instrucción alguna, el 14,2% tiene el primario incompleto y el 20,8% no terminó el secundario. Y esto pese a que la ley Nacional de Educación obliga al Estado a proveer “educación integral, permanente y de calidad para todos los habitantes de la Nación, sin distinción de género, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad”.
Yo sí puedo, es uno de los programas de alfabetización en la Argentina. Surgió a través de la iniciativa de tres docentes que conocían su desarrollo en Cuba y lo trajeron en mayo del 2003 para hacer una prueba piloto con analfabetos de Tilcara, El Bolsón y con movimientos piqueteros de la provincia de Buenos Aires. Hoy, después de crear la Fundación, Un Mundo Mejor es Posible (UMMEP) Argentina, ya cuenta con más de 500 centros de alfabetización y está presente en 11 provincias donde hay un coordinador, ya sea cubano o miembro de esa Fundación. “No hay democracia posible si no hay un pueblo culto con capacidad de comprensión y de análisis. No se trata sólo de leer y escribir, si no comprender lo que se está leyendo y opinar al respecto”, sostiene Claudia Camba, una de las tres docentes que trajo el programa al país y presidenta de UMMEP.
El pertenecer a la categoría social analfabetos no conlleva necesariamente a la conciencia de ello. El analfabeto es para sí mismo un trabajador, un miembro de una familia, de una comunidad, de un país, sujeto a leyes y autoridades como los demás ciudadanos. "En realidad, para mí esto es normal, no sé si es un problema. Estoy acostumbrada a pedirle a mi marido que lea y que firme las notas de mi hijo. Los carteles con palabras cortas los entiendo, los sé de memoria, por ejemplo el de Coca Cola ya sé que dice eso”, revela Paulina, peruana de 35 años que se radicó en la Argentina hace una década y trabaja en una casa de familia.


Yo sí puedo, educando en la provincia de Córdoba
Cristian Grau tiene 37 años y vive en Córdoba capital. Es uno de los 3 millones y medio de jóvenes y adultos argentinos que no terminaron la escuela primaria. Decidió volver a la escuela luego de haber participado de un curso de alfabetización del Programa de la Fundación, Un Mundo Mejor es Posible (UMMEP) Argentina: “Esto me da un empujón para quitarme la venda, para volver al colegio y retomar los estudios, porque me costaba mucho escribir”, cuenta.

Tilcara es uno de los pueblos adonde llegó el Yo sí puedo en 2003 y para ese momento había 900 analfabetos que vivían en los barrios urbanos, suburbanos y los valles jujeños. Dos años más tarde, el número se redujo en 463 y, el año pasado, fue declarado el primer municipio del país libre de analfabetismo.
Hoy, siglo XXI, en la Argentina hay 961.632 analfabetos puros, según el último censo nacional del INDEC del 2001.

martes, 27 de mayo de 2008

Quedó resonando el silencio



Según la Real Academia Española, el micrófono es un “aparato que transforma las ondas sonoras en corrientes eléctricas para su amplificación”. Tres micrófonos había sobre un escritorio en el escenario de la sala María Esther de Miguel el Lunes 28 de Abril a las 18, cuando se llevó a cabo en la 34º Feria del Libro la charla sobre La palabra digital, textos nacidos en Internet, blogs, foros, blognovelas y nuevas tendencias literarias; a cargo del escritor Marcelo Guerrieri, del periodista Guillermo Piro, de uno de los titulares de una cátedra de Semiótica de la Universidad de Buenos Aires, el semiólogo Oscar Steimberg y del periodista especializado en tecnologías Leandro Zanoni, con la coordinación de la periodista de La Nación Susana Reinoso.
Este año, la feria se inauguró el 24 de abril con un acto realizado en la sala José Hernández del predio de la Rural, cuya inauguración estuvo a cargo del escritor Ricardo Piglia que hizo alusión al lema de este año, “El espacio del lector”. Espacio que se refiere a lugares a veces íntimos, a veces públicos, imaginarios o reales donde se produce la relación entre los lectores y los libros, entre los lectores y los propios autores, entre los lectores y el discurso en vivo de los propios escritores.
Haciendo alusión a la charla del 28 de Abril, donde no más de 40 personas anhelaban apresurar las agujas del reloj intentando encontrarle algún sentido a los diferentes discursos autorizados sobre el tema, la información que abordaron los especialistas no tuvo “su” espacio en el lector ni en la audiencia. Teniendo en cuenta que se está transitando por la era de las comunicaciones, donde todo se reduce a Internet, a las nuevas tecnologías, “la palabra digital” no colaboró al debate que hubiera merecido un tema de tal calibre, los expositores terminaron uniéndose al enemigo sin poder vencerlo, sin poder ni siquiera describirlo.
Lo que sí se podría describir sería la explícita oposición entre las opiniones de los especialistas cuando se referían a la temática de la blognovela: “es un código ampliado de la ficción tradicional”; “no me atrae el soporte Internet aplicado en la literatura"; “blog como plataforma técnica”; “quiebre de uniformidad de lenguaje”, pero sólo fueron ondas sonoras amplificadas que se perdieron en el éter de la sala María Esther de Miguel.
Los tópicos, que supuestamente iban a ser desarrollados por los expositores, eran “tirados” en la mesa de diálogo por la periodista Susana Reinoso y luego manoseados individualmente por cada uno de los especialistas sin más explicaciones que su personal punto de vista y su experiencia particular. Si retomásemos el nombre de la charla: “La palabra digital, textos nacidos en Internet, blogs, foros, blognovelas y nuevas tendencias literarias”, nada de esto fue analizado; sólo el blog se llevó todo el protagonismo y hasta cierto límite.
-“Dijeron algo que ya se leyó, que ya se escuchó y escribió hasta el cansancio”- testimonió Liliana Herrero de 50 años docente de nivel medio; -“Mucha diversidad de opiniones pero me faltó el debate”- resongaba Dolores Mendez estudiante de Comunicación Social.
Los micrófonos transformaron las ondas sonoras y las amplificaron. Pero en el aire quedó resonando el silencio de la carencia de información, de la necesidad de explicaciones y descripciones de los efectos de Internet en la sociedad que corre y se transforma cibernéticamente sin pedirle permiso a la literatura clásica que desde los estantes de las librerías sólo se llena de polvo mientras la tecnología crece de la mano de aquellos que en un momento escribieron un libro.
–“Cada un segundo a nivel mundial se abre un blog y en la Argentina el año pasado se abrieron 300.000, todos ustedes pueden ser autores de su propio blog”- señaló como cierre la representante de La Nación.

miércoles, 30 de abril de 2008

Feria del libro...una tradición

En todas las familias, quizás más o menos expresado, las tradiciones tienen lugar a medida que las generaciones van dejando huellas.
Si hay algo de lo que puedo ser plenamente consciente es que los libros, la práctica de la lectura, siempre se me inculcó de alguna manera u otra; el arte de la comunicación siempre tuvo protagonismo en mi formación, en mi educación. En los inicios fueron mis padres quienes sembraron la semilla del "tiempo de lectura" como "tiempo de goce, de placer"...tiempo de y para uno. Las metodologías que usaron fueron varias y sin sentido de enumerarlas, pero una de ellas, que aún mantengo (entre otras), es pasar horas peregrinando entre cubículos de diferentes editoriales que lo único que anhelan es captar la completa atención de todos y de cada uno de los cazadores de historias, de conocimiento, de humor, de crecimiento...en fin, de los lectores.
Esos pabellones que se terminan convirtiendo en laberintos eternos, esos pasillos cargados de emociones, de suspenso, de terror, de datos aún desconocidos, de personajes por descubrir, esos stands en los cuales los lectores esperan horas por un "mano a mano" con el creador de la obra. Hoy, todo ese contexto ya forma parte de una salida obligada en mi rutina de librería.
Ayer, el primer acercamiento a esas hojas que implicaban tiempo y dedicación.
Mañana, el momento perfecto para dejar volar la imaginación y seguir nutriendo a la mente con términos diversos...
Hoy, la 34º Feria Internacional del Libro en Buenos Aires...

martes, 29 de abril de 2008

"Suspiro poético"

Abuelo
Si tan sólo hoy pudieras leer mis palabras,
te costaría entender la manera
en que heredé tu pasión por las letras,
por los libros, por la poesía...
por explorar metáforas nunca antes personificadas.
Con tus versos
enamoraste a más de un apasionado solitario.
Yo simplemente
quiero recordarte en el arte de escribir, de leer-te.
Imaginar igualarte, jamás.
Acaso intentar alcanzarte, menos aún.
Me contento con que llegue ese momento
de la comunión de nuestras obras.
Sólo quiero expresarte
que si mis suspiros alcanzaran,
te haría llegar mis letras sueltas,
que intentando buscar el significado adecuado,
te encontrarían produciendo lo inexplorado.